Tras llevar una vida dedicada a las artes marciales, el desarrollo deportivo y la educación infantil, Alvaro Orellana decide poner todos sus conocimientos en común aunándolos en un ambicioso proyecto. Ahí es cuando nace SENSHIDO YAWARA.
Uno de los fundamentos principales de SENSHIDO YAWARA era el hecho de que debía ser universal, esto es, que cualquier persona pudiera practicarlo, fuera cual fuera su condición y verse beneficiada también por todos los aspectos positivos que implica practicar un arte marcial.
Por esta razón no existe ningún tipo de limitación para aprender Senshido Yawara: porque está diseñado con los márgenes suficientes para que cada uno evoluciones siguiendo su propio ritmo.